«Qué sensación tan buena y tan profunda, esta de ir poco a poco desprendiéndose de todo y todos los que nada merecen, y poco a poco reconocer, más allá de los años y las fronteras, una familia de espíritus afines. De repente se siente uno rodeado al estar al fin acompañado por muy pocos».
Albert Camus, Correspondencia a René Char.