Steven Kin
«Pero ahora comprende la razón —piensa Byron—. Es porque el hombre teme más a lo que pueda sobrevenirle que a los sufrimientos que ya ha padecido. Prefiere aferrarse a los sufrimientos que ya ha padecido para no arriesgarse a un cambio. Sí. Un hombre hablará de su deseo de escapar a los vivos. Pero los más peligrosos son los muertos. Porque de los muertos no se puede escapar; de los muertos que yacen tranquilamente en alguna parte y que no tratan de retenerlo».
William Faulkner, Luz de agosto.
Traducido por Enrique Sordo.