Los cuadernos de Vogli

«Pertenezco a esa parte de la humanidad —una minoría a escala planetaria pero creo que una mayoría entre mi público— que pasa gran parte de sus horas de vigilia en un mundo especial, un mundo hecho de líneas horizontales en el que las palabras van una detrás de otra y en el que cada frase y cada punto y aparte ocupan su lugar debido: un mundo que puede ser muy rico, quizá incluso más rico que el no escrito, pero que, en cualquier caso, requiere cierto trato especial para situarse dentro de él».

Italo Calvino

Dora Maar, Sans Titre (Main-coquillage), 1934 ©.

«Sobre la superficie de su escritorio descansa, en recuerdo a Métilde, una impresión de yeso de su mano izquierda con la que felizmente había conseguido hacerse poco antes del descalabro, como a menudo piensa cuando escribe. Esta mano significa para él casi tanto como lo que Métilde le hubiera podido significar. En especial es la ligera encorvadura del dedo anular lo que le produce emociones de una intensidad que hasta ahora no había experimentado».

W.G. Sebald, Vértigo.
Traducido por Carmen Gómez García.