Malcolm T. Liepke. Edge of the bed
«Marcar las distancias para no ser herido equivale a marcar las distancias para no ser amado. Y al final... ¿de qué sirve morir ileso?».Malcolm T. Liepke.
«Pertenezco a esa parte de la humanidad —una minoría a escala planetaria pero creo que una mayoría entre mi público— que pasa gran parte de sus horas de vigilia en un mundo especial, un mundo hecho de líneas horizontales en el que las palabras van una detrás de otra y en el que cada frase y cada punto y aparte ocupan su lugar debido: un mundo que puede ser muy rico, quizá incluso más rico que el no escrito, pero que, en cualquier caso, requiere cierto trato especial para situarse dentro de él».
Italo Calvino
«Es como si los humanos patinásemos sobre un lago helado, girando y saltando, ajenos a que el espesor del hielo se hace más y más fino, sin ser del todo conscientes de que, en cualquier momento, se puede resquebrajar todo lo que nos sostiene».
Ricardo Reques, Una rana en el zoo de Durrell.
«Es evidente que los científicos debemos tener cuidado con los políticos, sobre todo con los populistas, que suelen ignorar a los “expertos”, en especial cuando estos cuestionan opiniones poco fundamentadas como las suyas».
Paul Nurse. ¿Qué es la vida?Traducido por Begoña Merino.
«Necesitas la historia. Las palabras como un cuerpo o un objeto que palpar, abrazar o rechazar. Las palabras que te dibujen un mapa perfecto que marque los caminos por los que debes avanzar. Todo convertido en palabras, y las palabras adquiriendo un cuerpo, una imagen que calme el dolor. Las palabras creando la realidad».
Sònia Hernández, Maneras de irse.
«Está claro que seguiré sin saber qué diablos es todo esto: el mundo, esta roca circular en la que viajamos a toda velocidad, sin conductor alguno, montados en la más grande de las locuras y donde un día estamos con nuestro amor y al otro en una tumba fría».Enrique Vila-Matas, Montevideo.
LADY MACBETH
«Tu cara, mi señor, es un libro en que se pueden
leer cosas extrañas. Para engañar al mundo,
parécete al mundo, lleva la bienvenida
en los ojos, las manos, la lengua. Parécete
a la cándida flor, pero sé la serpiente
que hay debajo».
William Shakespeare, Macbeth, I, v.
Traducido por Ángel-Luis Pujante.
«Por supuesto, a ninguno de mis amigos lo conocí del modo habitual: eran desconocidos y solo vivían en sus escritos. Pero no por ser amigos fantasmales eran menos fieles, influyentes y asombrosos. Es decir, decían cosas asombrosas, y para mí aquello transformó el mundo».Mary Oliver, La escritura indómita.
vaporwave«Los mineros del carbón que luchaban por su participación democrática en la producción no se limitaban a protestar, compartir historias y publicar mensajes en sus redes sociales. No se limitaban a manifestarse. Los activistas afroamericanos que luchaban por los derechos civiles no se limitaban a participar en campañas de Twitter organizadas en torno a hashtags concretos. No se limitaban a reunirse».Roy Scranton, Aprender a vivir y a morir en el antropoceno.
Ozymandias
Conocí a un viajero de una tierra antigua
quien dijo: «dos enormes piernas pétreas, sin su tronco
se yerguen en el desierto. A su lado, en la arena,
semihundido, yace un rostro hecho pedazos, cuyo ceño
y mueca en la boca, y desdén de frío dominio,
cuentan que su escultor comprendió bien esas pasiones
las cuales aún sobreviven, grabadas en estos inertes objetos,
a las manos que las tallaron y al corazón que las alimentó.
Y en el pedestal se leen estas palabras:
"Mi nombre es Ozymandias, rey de reyes:
¡Contemplad mis obras, poderosos, y desesperad!"
Nada queda a su lado. Alrededor de la decadencia
de estas colosales ruinas, infinitas y desnudas
se extienden, a lo lejos, las solitarias y llanas arenas».
Percy Bysshe Shelley.
«Los libros que uno ama apasionadamente producen la sensación, cuando los abres por primera vez, de que siempre estuvieron ahí: aparecen en ellos lugares en los que no has estado, cosas que uno antes nunca ha visto ni oído, pero el acople de la memoria personal con esos lugares o cosas es tan rotundo que de algún modo acabas pensando que has estado allí».Enrique Vila-Matas, Dublinesca.
«Qué sensación tan buena y tan profunda, esta de ir poco a poco desprendiéndose de todo y todos los que nada merecen, y poco a poco reconocer, más allá de los años y las fronteras, una familia de espíritus afines. De repente se siente uno rodeado al estar al fin acompañado por muy pocos».
Albert Camus, Correspondencia a René Char.
«Hay que escribir desde la humildad. Porque la humildad, decía Kafka, proporciona a todos, incluso al que desespera en soledad, la más estrecha relación con el prójimo. Hay que escribir desde la más rigorosa humildad sin cerrarse la puerta a trazar una obra maestra».Enrique Vila-Matas, En Ana María Iglesia: Ese famoso abismo.
Conversaciones con Enrique Vila-Matas.
Ginkgo biloba
Las hojas de este árbol, que del Oriente
a mi jardín venido, lo adorna ahora,
un arcano sentido tienen, que al sabio
de reflexión le brindan materia obvia.
¿Será este árbol extraño algún ser vivo
que un día en dos mitades se dividiera?
¿O dos seres que tanto se comprendieron,
que fundirse en un solo ser decidieran?
La clave de este enigma tan inquietante
Yo dentro de mí mismo creo haberla hallado:
¿no adivinas tú mismo, por mis canciones,
que soy sencillo y doble como este árbol?
J.W. Goethe, El diván de Oriente y Occidente.
«Entre todos podemos sacar al mundo de sus crisis actuales y guiarlo hacia una época más feliz. Ahora que me enfrento a mi inminente marcha de este mundo, tengo que creer en ello: que la humanidad y nuestro planeta sobrevivirán, que la vida continuará y que esta no será nuestra hora final».
Oliver Sacks, Todo en su sitio.
«El hombre, pues, en su estado de individuo aislado, no ve, ni oye, ni toca, ni gusta, ni huele más que lo que necesita para vivir y conservarse. Si no percibe colores ni por debajo del rojo ni por encima del violeta, es acaso porque le bastan los otros para poder conservarse. Y los sentidos mismos son aparatos de simplificación, que eliminan de la realidad objetiva todo aquello que no nos es necesario conocer para poder usar de los objetos a fin de conservar la vida».
Miguel de Unamuno, Del sentimiento trágico de la vida.
«Cuantos sistemas filosóficos se han fraguado como suprema concinación de los resultados finales de las ciencias particulares, en un periodo cualquiera, han tenido mucha menos consistencia y menos vida que aquellos otros que representan el anhelo integral del espíritu de su autor».
Miguel de Unamuno, Del sentimiento trágico de la vida.