Adam Bird
«Escribe en su diario: a veces una línea, pero otras varias páginas, párrafos y párrafos enteros acerca de una vida inventada, una vida donde nadie la llama cara de pan, donde Marga no es una compañera que la acosa, ni su hermano es el hermano que se largó, ni el amigo de su hermano es quien se refirió a ella diciendo la pobre, ni el Viejo es el Viejo que acaba de cruzar el seto y mira hacia arriba, a través de sus prismáticos, arrugando los ojos, tratando de identificar qué tipo exacto de cotorrita es la que se ha posado en la rama más alta del olmo siberiano».
Sara Mesa, Cara de pan.