Sonia Delaunay, Desnudo amarillo, 1908.
«A veces, cuando me hallo vacío, cuando la expresión se me niega, cuando, después de haber llenado largas páginas, descubro que no he hecho una sola frase, me desplomo en el diván y quedo allí embotado en un marasmo interior de tedio…».
Gustave Flaubert, Carta a Lousie-Colet.