Ken Mcclymont. Panglossian Pathway, 2012.
«―Es evidentísimo ―decía― que las cosas no pueden ser de otro modo que son; porque habiendo sido todo formado para un fin, todo es y existe necesariamente para el fin mejor. Reflexionemos que las narices se hicieron para llevar anteojos, por eso gastamos anteojos: las piernas visiblemente fueron instituidas para ser calzadas, por eso tenemos calzones: las piedras se formaron para que los hombres las labrasen, y con ellas hicieran castillos, por eso tiene un castillo monseñor: este castillo es excelente, porque sin duda debe ocupar la mejor habitación el Barón más poderoso de la provincia. Los cochinos nacieron para ser comidos, por eso comemos tocino todo el año. Por consiguiente, los que han dicho que todo está bien, han dicho una solemne tontería, debieron decir que todo está lo mejor posible».
Voltaire, Cándido.